La inflación se ha transformado en un tema recurrente en los últimos meses, sobre todo en Estados Unidos. Pero no hay que temerle, sino buscar aquellos modelos de negocio que sea inmunes a la inflación.
Cuando nos referimos a modelos de negocio inmunes a la inflación no nos referimos a que la misma no puede llegar a afectar a su negocio, pero si que por sus características principales los hacen menos propensos a sufrir los embistes de la inflación que tanto está preocupando a los inversores. Lo importante no es tenerle miedo, sino tener una cartera diversificada y que cuente con empresas como las siguientes.
Baja competencia
Una empresa con baja competencia es difícil que la inflación pueda afectar a sus ganancias, ya que al tener un modelo con escasa competencia hace que estas puedan seguir liderando y manteniendo sus productos. Un ejemplo de ello serían las grandes farmacéuticas y la crisis del coronavirus. Ser la primera o última en desarrollar una vacuna no supuso una reducción o aumento de las ganancias. Además que fabrican un producto necesario y de alta demanda como fue la vacuna.
Productos que no suponen altos aumentos
Otro tipo de empresa para invertir durante la inflación es en aquellas en las que los aumentos en sus productos no suponen una pérdida de las ventas. En este sector podemos encontrar las empresas alimenticias, las cuales no suelen aumentar en exceso el precio de los productos. Un aumento del 10% no se percibe de la misma manera al comprar arroz o verduras que si es un 30% en un electrodoméstico.
Negocios con muchos clientes
Una empresa que cuenta con una gran cantidad de clientes podrá sobrellevar mejor los vaivenes de la inflación que aquellas que tienen dos o más grandes clientes. Ya que si estos reducen sus compras, sus ventas caerán y repercutirán en las ganancias. Por ejemplo, un gran retail como podría ser Alibaba no verá mermada sus ventas como una firma dedicada a la construcción o aspas para la energía eólica.
Cambio fácil de proveedores
Aquí un poco retomamos el punto anterior. Una firma que cuenta con muchos proveedores podrá fácilmente cambiarlos si estos incrementan en demasía el precio de la materia prima que utiliza, que aquella que solo tiene un grupo específico. Un ejemplo de este problema lo podríamos ver con la crisis de semi conductores, ya que son piezas que fabrican muy pocas empresas y la demanda es altísima. No sería tan fácil cambiar en ese caso. Pero si hablamos de otros sectores como el textil, encontramos una mayor cantidad de proveedores de los cuales disponer y escoger el que ofrezca el mejor precio.
¿Y vosotros que otros modelos de negocio encontráis que puedan navegar mejor en la inflación? Dejadlo en los comentarios, os leemos.
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