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Brecha cambiaria en Argentina se reduce a mínimo desde mitad de 2019

El mercado cambiario de Argentina ratificó el jueves su sesgo de tranquilidad y liquidez para las negociaciones del peso frente al dólar en sus diferentes modalidades, que le ayudó a ubicar su diferencial en torno al 10% promedio y retrotraer el panorama a mediados de 2019.

Operadores coinciden en que esta inusual paz cambiaria para la vida de los argentinos obedece a la política ortodoxa instrumentada por el presidente liberal Javier Milei, con expansión en los depósitos dolarizados por un exitoso blanqueo de capitales y la rigidez para mantener el superávit fiscal y comercial.

En medio de un estricto control cambiario, llamado 'cepo', el banco central (BCRA) interviene a diario para regular los valores mayoristas e intentar sumar divisas a sus golpeadas reservas netas, una política que le ha permitido acumular un saldo comprador por algo más de 20.000 millones de dólares desde la llegada del actual Gobierno en diciembre pasado.

La moneda interbancaria cedió un 0,15% a 1.004,5 por dólar USDARS, junto a un definido "crawling peg" (devaluación controlada) del 2% mensual, diferencia que busca alinearse a la inflación que carcome los bolsillos de los argentinos.

"Los exportadores liquidan sus dólares porque el Gobierno demostró que no devaluará, entonces esto ayuda a que bajen las brechas; también hay un incipiente mercado de crédito (en dólares) por la liquidez que tiene los bancos con el blanqueo", explicó un agente financiero de Bull Market Brokers.

Agregó que, a su vez, "los importadores aprovechan el ‘carry trade’ para manejarse en pesos, apostar a la tasa (bancaria) y así hacerse de más dólares cuando los necesiten comprar".

Frente a la intervención oficial, las franjas cambiarias alternativas cotizaron tranquilas a 1.079 para el dólar "MEP" (ARSMEP=), a 1.116 unidades en el bursátil "CCL" (ARSCONT2=) y a 1.130 pesos para el informal (blue) (ARSB=), lo que arrojaba brecha de entre 7,4% y 12,5%.

La confianza inversora en el Gobierno ayuda a que la bolsa y los bonos transiten valores máximos históricos, pese a naturales y selectivas toma de ganancias, junto a un riesgo país (11EMJ) elaborado por el banco estadounidense JP.Morgan que subía 11 unidades, a 734 puntos básicos (2000 GMT), manteniendo niveles mínimos desde marzo del 2019.

El índice accionario S&P Merval IMV de Buenos Aires cayó un leve 0,27% por las utilidades previstas contra un inicio alcista, y los bonos soberanos extrabursátiles promediaron una baja del 0,3% tras fuertes mejoras acumuladas.

"El mercado de bonos y acciones empezó a transitar una necesaria depuración por toma de ganancias, aunque su base sigue siendo sólida", dijo un operador.

El mercado de deuda "registra un nuevo máximo post reestructuración (2020). En un contexto de acentuado descenso del riesgo país, el tramo largo de la curva lidera las subas (...) Tomando mayor perspectiva, este comportamiento se replica en lo que va del mes. En concreto, los títulos de mayor 'duration' exhiben retornos de entre 15% y 16% en noviembre", reportó la consultora Portfolio Personal Inversiones (PPI).

Argentina tiene a fin de año el vencimiento de su acuerdo con el FMI por un gigante crédito por 44.000 millones de dólares, contraído por el entonces presidente Mauricio Macri en 2018, y para lo cual la actual administración confía en las negociaciones abiertas.

"Seguro que va a haber un nuevo acuerdo (con el FMI) y entendemos que está el camino delineado y allanado para que eso ocurra lo más rápido posible (...) las metas están cumplidas, las expectativas están cumplidas y la economía está funcionando", expresó este jueves el vocero presidencial, Manuel Adorni, en conferencia de prensa.

Argentina está explorando la opción de solicitar un nuevo acuerdo con el Fondo, afirmó el organismo sin proporcionar más detalles.

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